¿Te gustaría tocar la dulzaina?
La dulzaina es un instrumento muy popular en la zona de Castilla y León, aun así, no somos los únicos que podemos “presumir” de ella, ya que en otras muchas zonas de España también disfrutan de su sonido: Aragón, Cantabria, Castilla – La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, La Rioja, Navarra, País Vasco, etc.
Una cosa que me llamo atención cuando decidí empezar a tocar la dulzaina, es que casi siempre veía a hombres con este instrumento y que había muy pocas mujeres que se atrevían a hacerla sonar, eso me acobardo un poco.
La dulzaina necesita mucha práctica, podemos decir que ese es el único secreto que tiene. Lógicamente, te tiene que gustar, porque sino el tener que practicar puedes considerarlo una obligación, y entonces no tendrá ningún sentido que toques, porque tienen que disfrutar de ella los que la escuchan y los que la hacen sonar.
Además, suele ir acompañada por el sonido de un tambor y de un bombo, los cuales hacen que una canción cobre más sentido.
De estos dos últimos instrumentos, solo puedo deciros que hay que tener sentido del ritmo. El bombo lo toco alguna vez en clase y, sabiendo ya tocar la dulzaina que ya conoces los ritmos, me parece muy sencillo. Y hace dos años me anime con el tambor y bueno, a mi no me parece complicado, es lo que he dicho antes, hay que tener sentido del ritmo y un poco de oído.
Además, la dulzaina tiene un hermano que es el conocido como “pito castellano”, este es un instrumento que se suele usar para practicar en sitios no insonorizados. Aparte del sonido, otra cosa que diferencia el pito castellano de la dulzaina, es que este no tiene tudel ni caña, sino que tiene la embocadura parecida a las flautas. Por lo demás, las llaves y la forma son muy similares en ambos instrumentos, aunque en ocasiones, el pito castellano tiene unas dimensiones menores que la dulzaina.
Hubo unos años atrás en los que no se oían muchas dulzainas por nuestra zona de Segovia, y en estos últimos años ha habido mucha gente que se ha animado a aprender, espero que os animéis muchos más, ¡sobre todo las chicas! que somos muy poquitas aun las que nos hemos atrevido con este bonito instrumento.